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lunes, 14 de marzo de 2022

GRAN TURISMO 7 VS FORZA MOTOR SPORT 7

 

Hablemos de esta comparación estúpida constante. Esto no puede seguir siendo una lucha irracional entre los que compraron una consola y los que tienen otra. Sigue siendo ridículo el tira y afloja entre bandos, sabiendo que cuando Xbox y Sony lo hacen mal, se les da duro. Pero tenemos que hacerlo utilizando bases muy claras para la argumentación y para la lógica y no una montaña de argumentos retorcidos y falacias. 

Son muchos adultos los que están en una argumentación menor sustentada por consumir muchas más notas y números de Metacritic que una misma review o que jugar un videojuego y, si no les parece algo, también les dan a los críticos con un bate o, en el caso de Horizon Forbidden West o The Last of Us 2, organizan un boicot de usuarios para demeritar el resultado final de los juegos. 

¿Por qué se considera que un juego es menor si tiene gráficos menos realistas, coloridos o llenos de brillos y saturaciones? ¿De entrada los juegos con gráficos en ultra son mejores? ¿Acaso el trabajo técnico está reflejado en el artístico para desmontar un número de nota? ¿No hemos hablado ya sobre que es tiempo de dejar de calificar a los videojuegos como si fuera una lista de mercado técnica?



Forza Motorsport 7 es un gran y espectacular juego que está a unos poquititos metros de la conducción simulada de Gran Turismo 7. No digo kilómetros. 

En su momento, reflejaba un avance gráfico significativo, pero estaba incompleto, jodido por las cajas de loot, era muchísimo más pequeño, no tenía mucho público, se cortaba la carrera en pits, tenía menos coches y la simulación era parecida entre un Corvette y un Ferrari. Además, limitaba su simulación climática a unas cuantas pistas. Claro, los efectos, muy de partículas y luces y todas esas cosas que son un eyecandy, incluyendo truenos en esas tormentas, estaban realmente espectaculares. Pero una conducción tiene que simularte todo, y esa es la idea de esta nueva generación que por fin lo permite. Eso se criticó en su momento; así se viera espectacular, estaba limitado a ciertas partes y a ciertos momentos. En efecto, era un script. 

A Forza, lo mataron las cajas de loot, la falta de cambio en los eventos o complejizar el reto, como empezar carreras faltando 4 vueltas en el 12.º lugar. ¿Cómo no se puede ser gráficamente superior en un script? ¿Es justa la comparación con un clima en 40 pistas? ¿Con 400 coches que se afectan con el clima aleatorio? ¿Con 16 pares de llantas diferentes? ¿Acaso no hay una frustración mayor ante esa limitación? ¿Eso no es lo que se analiza de un juego así? 

No todos los juegos de conducción son iguales. 

Por su parte Gran Turismo 7 es una experiencia profunda y abrumadora. Nunca dejas de aprender a jugarlo, y llevo años considerando a Sport, por ejemplo, con su alimentación casi bimensual, como uno de los mejores juegos de coches jamás hechos: no puedo imaginarme lo que harán con este 7, a partir de esa base mucho más sólida que Sport. 

Luego, en este nuevo juego hay gente diciendo que se parece a Assetto Corsa, un exponente de la simulación preciso sobre todos los apartes, siendo un enorme avance con las físicas que no ha tenido nunca. 

No, esto no es de andar criticando gráficos, es de hallar para qué sirven en lo jugable esos gráficos. Despertemos. Dejemos de hacer comparaciones injustas. De estar obsesionados con charcos y brillos que se forman en el mismo sitio siempre, pero que en GT7 se sienten, varían. Eso consume muchísimos recursos, que el SDD de PS5 por fin permite en todas las pistas. El juego se ve de puta madre, no tiene esos scripts, tiene por fin todo eso que se le ha pedido desde hace años, con un clima variable a 60 fps y a 4k, detalles pulidos con experticia y ese gusto particular de la franquicia. Con una cámara en tercera persona que ha cambiado para tener una perspectiva de los impactos más clara y sentir la inclinación del relieve o las curvas de una forma mucho más agresiva, adicionemos la marcada fuerza de las inclinaciones del auto en el DualSense, más la genialidad de los gatillos adaptables, el catálogo tan abultado y un detalle que la gente está pasando muy por alto: las nubes son de otro mundo, detalladas, movibles a la velocidad correcta y variables, y la distancia de dibujado de los escenarios en el fondo que parece no tener más popping, incluso en el problema de siempre de los retrovisores, donde todo parecía detenerse. Hay mucho logro técnico en eso, pese a que no alcance la belleza de Forza. 

¿Qué vendrá después? Es muy claro, en algún punto podremos ver esas escenas de Forza Motorsport sin que sean scripts, para toda esta cantidad de pistas y de autos y de llantas y de variaciones de motores de las que Gran Turismo 7 se enorgullece. Algún día tendremos una lluvia como la de Uncharted 4, algún día tendremos un clima más cambiante y la iluminación de Red Dead Redemption 2, pero hacen falta muchas horas de trabajo y de código para integrarlas en las pistas y en todos los autos y, sobre todo, dinero para ello. Tienen que mejorar el público, el ruido de estos en los escenarios. 


Algún día los análisis de todos podrán lograr contar el nivel jugable tan alto y satisfactorio de un Gran Turismo 7 con los coches de máxima competición y el cómo se meten 18 carros de ese nivel en Fuji Speedway y lo que se siente quedar segundo en 24 vueltas. Eso, por ahora, es lo más importante y por lo que Gran Turismo sigue siendo una maravilla que siempre hay que jugar. Es necesario que todos recordemos que es un simulador; para otras cosas están Forza Horizon y Mario Kart. 

Para irse a Nürburgring con ese sentimiento de reto y experticia con el control está este Gran Turismo precisamente, y también está para luego relajarse viendo cómo lo hiciste. No se necesitan esas comparaciones injustas, en donde incluso pierde cualquier otro una vez jugados. De verdad, cabeza fría. 

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