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jueves, 28 de abril de 2016

HEMOS SIDO INJUSTOS Y EXIGENTES CON NINTENDO




Tenía planeado escribir otra clase de comentario al respecto, cuando estábamos en pleno desconocimiento de las tácticas de Nintendo para su futuro. Hay que ser claro: la compañía comete dos errores al reducir las expectativas y esperanzas de los jugadores en meses que se deben considerar decisivos para el futuro de WiiU. Pasar de largo del E3 fue quitar el hecho de que viviéramos alimentados de ilusiones con el anuncio de NX, a partir del "Vamos a tener este juego, vamos a tener este juego así, y la consola tiene estas características". 

Las percepciones de que un plan sólido se está ejecutando reducirían la desesperación del segundo punto: ¿Qué rayos van a jugar en el futuro los poseedores de WiiU? Está respirando por ahí el fantasma del abandono. 

Sin embargo, una cosa de la ausencia de Nintendo del E3 me sorprendió bastante: las acaloradas discusiones de la comunidad. Gente que se toma de la peor forma unas noticias, que son corporativas, típicas de una empresa que ha pensionado personas, que alimenta familias enteras en todo el mundo y que debe y tiene que generar beneficios. Me demuestra una vez más que existen jugadores que siempre ven los vasos vacíos, jugadores a los que nada les gusta, todos los jode y todos los hiere de muerte, amenazando boicots y colocándole un aire sagrado a algo que no lo debería tener. Los videojuegos deberían ser antes o después del fútbol, la cosa más importante de las menos importantes, como lo dice Jorge Alberto Francisco Valdano, campeón del mundo con Argentina en el Mundial de México 1986. 

También es importante mencionar que los anuncios se liberaron tras una reunión corporativa de los que se ponen saco y corbata de Nintendo, y que Kimishima (presidente de Nintendo), que es más viejo y con más poder que cualquiera de nosotros y, por ende, más sabio en esto de los negocios, tuvo que haber abierto esa reunión con que la empresa había perdido beneficios por más del 61% con respecto al año pasado. Hay que tomar medidas arriesgadas, reestructurarse y ser delicados. Son decisiones inteligentes, así es la vida, así son los negocios. 

Esas decisiones están marcadas por nuestra responsabilidad en el negocio. Somos los primeros en vociferar que si Nintendo hace algo popular, está mal; que si hace algo impopular, también; si está en la cima, mal; si está abajo, igual; que si toma decisiones, no tiene las ideas claras y cuando deja hablar al público, debería tomar decisiones. 

Pedimos innovación tecnológica, pero nos burlamos porque es una compañía vieja intentando hacerse un lifting en la cara (Miitomo). Les damos con todo cuando cometen un error, pero sus virtudes, salvo en los aspectos más tradicionales como Mario y Zelda, son un permanente meh, desapercibido en las ventas de mercado. Todo nos parece anacrónico, anticuado. 

Aun así, GameCube, Wii, Wii U y de seguro NX tienen y tendrán un catálogo que funciona, un catálogo que repudian los denominados third parties, de los que Nintendo nunca ha recibido apoyo, y seamos claros, nunca los ha necesitado. A los que ha necesitado es a nosotros, y los jugadores tan inteligentes que nos consideramos le damos la espalda y nos golpeamos el pecho, corriendo a comprar nuestros Kinects y nuestros Moves. 

Hace unos años vi a muchos en la etapa de GameCube que hoy se quejan por los juegos, salir corriendo a comprarse la primera Xbox con tan aburrido catálogo, y hoy están impresionados por unas promesas de publicidad falsa como The Order 1886, los Assassins Creed de siempre y juegos que aún no llegan. Muchos cayeron en la compra inmediata de consolas en las que lo único que se juega bien es Bloodborne. 

GameCube tenía un tremendo catálogo que hoy valoramos, pero al que le dimos la espalda. A Wii la criticamos por ser popular, pero ahí están sus tremendos y espectaculares juegos, y Wii U, hoy con el mejor catálogo de la generación, se le ha considerado como el más rotundo fracaso de la compañía tras el Virtual Boy. Nos quejamos demasiado, pero los juegos, lo que debe importar, siempre han estado ahí, negados para la vista de muchos. Llevamos a la compañía a estos extremos y los señalamos con el dedo, cuando tienen que despertarse de sus problemas. Hay errores, no lo niego, lo de jugar con los que querían el Zelda estas Navidades, por ejemplo. Pero confío plenamente en una compañía que jamás ha defraudado con sus juegos. 

GameCube vendió 21.74 millones; su mejor juego, Metroid Prime, 2.82. Su secuela, formidable, memorable al igual que su antecesor, 1.33. Corruption, el segundo mejor juego de Wii que vendió 100 millones de unidades, acaparó el miserable 1.78 % del mercado global. Y el compendio de la que sea la mejor trilogía de la historia del videojuego, es decir, Metroid Prime Trilogy, tan solo vendió 600.000 copias. Super Mario Galaxy 2, el mejor de ese catálogo, tiene menos ventas que un Just Dance. ¿Y nosotros, que estábamos jugando cuando pasó todo esto? Ya se responderán ustedes. 

Buena suerte, Nintendo, que como te lo dije en anteriores oportunidades, si estamos así, es porque estamos preocupados; si te caes tú, nos caemos todos. Lamento el desprecio sentimental que te armamos siempre. Gracias a los creadores de imágenes aquí reseñadas, pero sobre todo, a ustedes por leer.

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