He de empezar diciendo que hace ya varias semanas termine Portal 2. La
experiencia más que gratificante me ha dejado pensando. Sobre todo por el hecho
de casi alcanzar
la perfección jugable. Repito Casi.
Lamentablemente he estado pensando que si hubiera jugado el título hace
unos 4 o 5 años, me hubiera volado la cabeza por los aires y mis
sesos habrían salido salpicados hacia la pantalla de mi televisor.
Pero hoy no ha pasado, he visto, muchas cosas y aún
más importante jugado otras más.
Eso no significa que mi felicidad no sea alta, o que
mis expectativas no se hayan llenado del todo. Por el contrario.
Lo que pasa es que los caminos que se han caminado y jugado han hecho
algo de mella. Nos pasa a todos, ya no somos unos
niños sorprendiéndose con un acto de magia, un efecto especial de
una película o una lograda animación del anime
japonés. Queramos lo o no, hemos crecido. No tengo problema con ello,
pero a veces se atañe a la memoria el: " Recordar es vivir".
La obra de Valve, es particularmente deliciosa de jugar. Digamos
que todo su diseño me parece, sublime. Tanto en creación como a la
hora de ejecutarlo. Quien haya imaginado a Aperture Laboratories, es un genio
por el simple hecho de haber diseñado la más grande obra
de ingeniería y construcción que los seres humanos hayan
contemplado (¿cuánto tardaría la humanidad para cavar un
agujero del tamaño de esas instalaciones?). La estética, las maquinas, la
paleta de colores, el diseño de Glados y las torretas. Con los diálogos hago un
punto seguido para rendirme a los pies de los escritores y alabar el altísimo
nivel filosófico, lirico, ético, y hasta político de los diálogos de los
protagonistas, narradores o como quieran llamarlos.
“En la siguiente prueba
aprovechará el movimiento cinético entre portales. Si las leyes de la física
han dejado de aplicarse, le recomendamos que rece”
En este apartado, los desarrolladores han hecho una obra basta
en profundidad. Otorgándole un significativo adelanto con respecto a otros
estudios, en cuanto a contenido.En el aspecto jugable. Los puzzles
aunque no te rompan la cabeza por semanas llegaran a ser tan brutalmente
pensados que una persona, en sus cabales, que no haya jugado nunca un
videojuego, podrá solucionarlo con un muy alto nivel de
recompensa. Recompensa que lo hará continuar y continuar hasta que el vicio y hasta
que un poco de cansancio de sus parietales lo deje tirado en un cama. Eso si,
pensando un poco antes de dormir como solucionar aquel intrincado salón que dejo al apagar la consola.
Personalidad y carisma brotan por todos los poros del juego. Es una de esas ya muchas experiencias que solo le pertenecen a los videojuegos y a ningún medio más. Por ejemplo, no veo otra forma en donde la música compuesta por el equipo de Valve funcione sola. El ambiente y los acontecimientos son muy estimulantes, al compas de ritmos eléctricos robóticos y sonidos más allá de bizarros. Geniales. Atentos a la canción final y la música de la confrontación con el jefe.
Defectos, tiene. Las primeras horas son magistrales, pero el ritmo de juego empieza a cojear, cuando la mecánica: sal del ascensor, soluciona el puzle, entra al ascensor, tras varias repeticiones y uno que otro cambio poco efectivo, se vuelve algo cansino, restándole al nivel de diseño y al concepto general. Por otro lado la historia no termina de desenrollarse de la mejor forma, y la musica desaparece en los largos tramos finales con el juego de fluidos. Como podrán ver han sido defectos que dependen de mi muy humilde opinión, de mi subjetividad. Y con este juego es como verle un lunar mal puesto a una supermodelo.
Recalco que me parece extraño un crítico de videojuegos que no se deje llevar, eso si
no tan al extremo, de sus gustos personales. La objetividad es buena pero cae
en lugares comunes y aburridos. Ser subjetivo es tener un poco de sinceridad
con el lector, franqueza y es lo que quiero entender de saber hacer critica
Sin embargo soy de los que cree que si hay títulos de videojuegos
perfectos. Pero para que esto pase deben estar el jugador y el juego en el
momento indicado. Es decir la perfección también es subjetiva, y dependerá
siempre de la persona y el momento en el que ha jugado el juego
Portal 2 es uno de esos títulos con los que muchas personas se han topado
en el momento correcto. Sin embargo se me hace difícil ponerle el
adjetivo de: perfecto, o uno muy usado últimamente, el de Obra maestra.
Es decir no soy uno de esos muchos.
Acepto con total arrepentimiento, que no ponérselo, aun estando tan
cerca es un sacrilegio. Este título se ha convertido con todos los
méritos, en uno de esos juegos santos griales de la industria que necesita esta
clase de aventuras para ser con cada título, aún más sólida y respetable. Y
cada diez que le hayan puesto. Y cada recomendación entre personas y cada hora
de juego hecha se las merece a pulso. Portal 2 es un juegazo a todas
luces.
Pero en mi locura, no es una de esas obras maestras. Entre las mías habrán
juegos que no les alcanza ni el 7 en revistas especializadas. Para ellas habrá
otro tiempo.
En resumidas cuentas: No eres tú, soy yo , Portal 2. Subjetividad
y perfección siempre irán de la mano.
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