PREFIERO LA REALIDAD DEL VIDEOJUEGO AL CINE DE VIDEOJUEGOS

 

Cuatro cosas recientes han salido de parte de la industria del videojuego hacia el cine: la película de Mario, el final de temporada de la serie de The last of us, la película protagonizada por Taron Egerton sobre la historia de Tetris y una particular escena de la película de acción John Wick 4. Todo, en este primer semestre de 2023. Pero tengo unas cuantas observaciones sobre lo que he sentido como “persona que juega mucho”. 

Los productores tienen varias intenciones en esos 4 productos, no todas valiosas y no todas malas. Lo primero es que intenta convencer a los jugadores que su medio, o nuestro medio, es válido, que tiene una importancia significativa en las historias, en las estéticas y en el mercado por fuera de los videojuegos. El segundo objetivo, es llamar al gran público (muchos les dicen normies) para que se interesen sobre los videojuegos teniendo al cine como material de partida, es decir, compran tiquetes para ver películas y suscripciones a plataformas de streaming, pero también compraran videojuegos después. El tercero, es consumir las nuevas historias para reaccionar ante el posible declive de las películas de super héroes (respondiendo ante el fracaso de Antman, Shazam, Black Adam y unas cuantas otras que no tuvieron el impacto critico ni económico deseado). El cuarto es la asistencia de jugadores a la sala de cine para también cobijar ese mercado. El quinto es crear más público con nuevas franquicias. Y un sexto, el objetivo de narrar cosas que inspiren a un público, con intrigantes historias y estéticas estimulantes. Pero solo se me ocurrió al final, que de verdad tienen algo que contar. Algo nuevo. Buenas intenciones creativas de originalidad y expresión artística.

La serie de The Last Us ha sido muy buena, las actuaciones, el detalle y sobre todo el entendimiento de la historia y del espectador. El entendimiento de las sutilezas y de la humanidad de los personajes. Hay cariño en entender y sentarse a entender de qué va el videojuego: del comportamiento de la humanidad, del cariño parental, de la esperanza en la oscuridad y de un final que tiene muchas mas sombras que luces, pero que las refleja de parte del espectador. De ver animales heridos haciendo cosas buenas. Con un Pedro Pascal y una Bella Ramsey en estado de gracia y teniendo la oportunidad de profundizar en unos estados unidos rotísimos y violentos. Les salió bien la apuesta a todos, incluyendo a los jugadores. 

La serie tiene una gran fuerza debido a su lenguaje cinematográfico, a su puesta en escena, a su fotografía, a su actuación. Todas las virtudes del cine/series, y sus lenguajes, están fuertes ahí. Además de la elipsis, para cortar una historia de 20 horas en una serie de 12. Y de hacer llorar con un tercer episodio bellísimo, tal vez lo mejor que haya pasado sobre un videojuego en el cine/televisión. Sin embargo, ese episodio obedece mas a la fuerza del cine, más que a la fuerza del videojuego; es una historia escrita y narrada a partir de lo que hace ese arte y ese medio audiovisual. En realidad, si lo pensamos bien, no hay merito del videojuego alguno, tristemente. Y en realidad no hay mérito del videojuego en la serie en general. Por ende, no hay tanta validación y ese primer objetivo no parece tan respetado. Cuando la serie brilla más, es porque los productores hablan y usan las herramientas del cine. Y cuando la serie no brilla, yo prefiero al videojuego al utilizar sus herramientas narrativas e inmersivas de una mejor forma.

El primer juego de The last of us se permite tener un contacto más inmersivo, que te toca aun más y te pone una sensación estomacal más fuerte, en las conversaciones, en los hechos y en los disparos. El videojuego consigue una inmersión con Ellie, que produce un mayor cariño. Y una intimidad a punta de estar viviendo silencios que en el cine no aportarían nada o incluso, que ni se mostrarían. En el videojuego la observación silenciosa de los mundos es más vibrante y aporta algo que la serie apenas toca. Además, de la marcada ausencia de infectados que daban mas potencia al mundo debajo de la tierra, a edificios y ciudades muertas. En el videojuego se siente más la tensión e inmersión luchando con humanos e infectados, aunque sean poligonales. La historia de Ish, los ambientes, la profundidad, la inmersión, la intimidad son mucho mejores en el videojuego. Los prefiero allí, por mas virtudes narrativas y realistas de las actuaciones de la serie. El lenguaje del videojuego es también muy válido, e incluso, algunas veces más que el lenguaje cinematográfico que te mantiene aislado, como espectador, no como jugador. En el videojuego pasas mucho más tiempo con Ellie, la conoces más, se te normaliza en la jornada de juego durante varios meses y el ambiente o la música es más intensa. En la serie la ves una sola vez a la semana.  

Cuando alguien dice que las historias de los videojuegos van a ganar enteros al llegar al cine y “no saben lo que se viene” sustituyendo al cine de super héroes, para mi es una derrota. Por que por ejemplo llevo años esperando que alguien normal, el gran publico como nuestras abuelas, nuestras tías, el señor de la tienda, o alguien que ha reducido al videojuego; toque por fin un control, sin miedo y vea y juegue y se estimule con cosas como Journey, Zelda, Inside, Limbo, Flower o la segunda parte del mismo The Last of us. Tocarlos, por su propia cuenta sin que una película o una popularización de la prensa generalista se lo dijera. El espectador no debería decir que “como ya hay película” es válido, sino que el videojuego, su lenguaje y sus valores son de hecho muy validos y son muy profundos por si solos desde hace mucho tiempo, como siento que la serie no logra. ¿Existen personas que harán el salto al videojuego, cuando vean que el Joel de Troy Baker no es Pedro Pascal? Al final de la serie, siento que se han usado los videojuegos para esos poco valiosos objetivos. ¿Y cuando se acabe ese furor el videojuego quedara reducido para el nicho de donde salió, como lo están haciendo hoy con los que hablaban de comics? Nadie ha mencionado una validación de las novelas porque llegaron al cine por ejemplo y también el éxito de la serie se refleja en esa falta de conversación sobre el final: ya que mientras en el videojuego fuimos en parte nosotros los que también tomamos esa decisión, en la serie, ante la falta de inmersión y la idea ajena como espectador, fue simplemente el egoísmo de Joel. No vi tanto impacto y sobre todo como cuando llego la idea hace 10 años. 

¿Y las demás? 

De la película de Mario, solo queda decir que no tiene la necesidad ningún espectador de informarse y sentir cosas a partir de un bombardeo de referencias. Lo que informa es la película, la construcción de su mundo y de sus personajes y sobre todo, de tomarse el tiempo con el uso de ese lenguaje narrativo del cine para poder disfrutar como lo hizo la serie de the last of us. Además, que, de nueva cuenta, las sensaciones, la estética, los sentimientos y la emoción de belleza que uno siente en juegos como Super Mario Galaxy, 3d world, Super Mario World o Oddisey está significativamente mejor construida, más que en la película, y es muchísimo mas fuerte con una mejor música, sin que Mario y compañía pronuncien una frase entera. Entiendo a los nostálgicos, a los que les mueve algo, ver en una pantalla compartida con niños de toda edad y padres de toda forma, una de las cosas que siempre ha trascendido en tantos aspectos de nuestra vida. A mí también me gustó. Pero no deja de ser un comercial, un bombardeo de referencias sin cohesión, que películas infantiles como pinocho, turning red, Ernest & Celestine, o hasta Doraemon, han logrado evitar sin subestimar la inteligencia de ninguno de sus espectadores. Si Nintendo quiere hacer cine, le ha salido mejor hilado unas cinemáticas de ellos mismos, más, que un recado a una empresa como Illumination. Lo siento, no he podido con la idea de entretenimiento desechable y vacío de algo tan importante para mí, que va a mil kilómetros por hora. Y es precisamente esa idea de “es una película de videojuegos para niños” lo que permite que se le reduzca o trivialice la importancia, no es argumento justificante, al contrario. Otra vez, mofándose desde arriba para decir que “no tiene que ser una obra trascendente” como siempre se le cataloga a la animación, a las películas infantiles y mucho más, a los videojuegos.

De esa idea también parte la trivialización y el ridículo palomitero y sin sentido del tramo final de la película sobre Tetris. Que, para logar convencer de la importancia de su tema, mete secuencias de acción, suspenso, triller, drama innecesario a una historia que de por si y con otro director mejor y mas comprometido con la humanidad de sus protagonistas, hubiera llegado a ser perfecta. Con un tratamiento de la realidad humana y política mas simple y mas profunda, una bella amistad que trascendió fronteras nacionales hubiera sido representada con trascendencia. Esto, debido a obtener validación de audiencias que hubieran saltado del “aburrimiento”, o por que los “gamers” necesitan más y más y más. Queriendo llegar a varios espectadores o no confiando en la realidad del que posiblemente sea el videojuego mas importante de la historia, se insulta a todos. Hasta a los actores y las ideas del guion. 

Si el camino del cine sobre videojuegos sigue como va, sigo manteniéndome en la idea de que algo tan simple como el gameplay de Hotline Miami o The Hong Kong Massacre, que está literalmente imitado en la ultima de John Wick, es mucho mejor jugado, sentido con unos botones, en una inmersión mas pausada y confiada en las nuevas ideas de la tecnología. Fue precisamente esta idea exitosa en la película que me hizo esperar que algún día los espectadores que están aquí, en el cine, conmigo, disfrutando puedan jugar algo así y disfrutarlo mil veces mejor. Espero que mucha gente pueda jugar lo que tanto hemos disfrutado. Porque hay otros millones mas que no solo no lo han disfrutado, si no que están cerrados a la idea de hacerlo, precisamente por reducir las virtudes del lenguaje de los videojuegos. Gracias por leer.