Lo que probablemente sea el tema principal del blog. La idea de soplar cartuchos de antiguas consolas nos genera un
sentimiento de nostalgia como ningún otro. Pero, al grano, los
cartuchos desde 1972, han funcionado de la misma forma, inclusive, pasando por todas
las consolas de sobremesa hasta el salto a nintendo ds. Esta tecnología consiste en la transmisión de señales e impulsos eléctricos a
través de la conexión de pines de cobre o materiales mas conductores metálicos,
en los cartuchos, a los receptores de las consola. El numero de conexiones o
pines cambiaba según fabricante junto a la distribución en estos para
determinar otras salidas que se fueron mejorando con el pasar de los años. Por
ejemplo, un cartucho de NES no posee salidas de canales de audios diversos como
si los tiene los de por ejemplo la neogeo. Pero básicamente son iguales, salvo
que neo geo tenia mas y diversos micro procesadores internos y por ende mas salidas.
Todos
los cartuchos tenían problemas basados en sus conexiones o pines. Cuando un
juego no funcionaba, los pixeles aparecían por todas partes, el juego quedaba
trabado, la señal se perdía o inclusive se perdían datos, todo ocurría porque
el juego de pines no estaba completamente conectado a la de la consola. Sin
embargo, todos atribuíamos místicamente (por eso era infancia) que el malvado
polvo hacia de la suyas y nos impedía jugar.
El
constante intercambio de cartuchos, la exposición a luz solar directa, la exposición
permanente a electroestática, a un ambiente salino (cerca del mar), dañaban el
juego de pines retirando la capa de material metálico conductor. Inclusive si
el cartucho alcanza altas temperaturas durante un buen tiempo de juego, la capa llega a
fundirse con el de la consola. Pero ojo! Esto solo ocurre si lleva años bajo
esas condiciones y los cartuchos tienden a aguantar todo tipo de abusos.
Ahora
bien ¿Entonces como funcionaba el soplar el cartucho mágicamente? Una cosa es
sacar y meter el cartucho lo suficiente hasta que funcione cuando todos sus
pines están conectados y otra es realizar el mismo proceso pero soplando y
procurando meter todos los pines correctamente. Nosotros pensábamos que era
soplar cuando lo que pasaba es que se conectaba perfectamente.
Nuestra
saliva posee agua, enzimas, bacterias, minerales con pocos iones y aunque no es
muy bueno leerlo, gran cantidad de partículas de comida. Cuando soplamos,
estornudamos o respiramos estas partículas salen microscópicamente y se dirigen
a los pines del cartucho. El
porcentaje de agua transportado y conectado puede producir pequeños cortos
circuitos aumentado con los iones de los minerales. Las pequeñas partículas de
comida se fijan en el material de cobre y aun más con las temperaturas que se
alcanzan y producen interrupción del flujo eléctrico y oxidación.
Pero
el gran problema radica en que cuando el juego no esta en consola, funcionando,
el agua y las bacterias dejadas en la superficie se oxidan, aumentadas por la
comida, reteniendo oxigeno y produciendo capas que impiden el contacto con los
pines hasta dejar de funcionar. Es decir oxidamos los pines. Lo
correcto para limpiar cartuchos es introducir un pequeño copo de algodón con un
previo toque de alcohol, ya seco, que se evapora más rápidamente que el agua y
elimina las bacterias.
Sin
embargo los soplos hay que repetirlos muchas veces durante muchos años
para dañarlo totalmente. El gran daño transcurría más en la conexión de la
consola ya que esta era la que recibía más cantidad de saliva, o materiales
extraños. Para ser precisos y hacer daños irreparables a un cartucho lo peor que podías hacer es sacarlo mientras juegas por que
generas cortos circuitos e inversiones de corrientes o si mojas los pines directamente. Si
quieren mas información científica y experimental visiten esta página en ingles.
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