Buscar este blog

lunes, 29 de junio de 2015

¿QUÉ SIGNIFICA EL E3? UN RESUMEN DEL HISTÓRICO E3 2015.



Hablamos de la semana de pasión más importante para los jugadores normales, subnormales o causales, estos últimos que solo alcanzan a ver lo más afuera de la superficie posible. Aquella información que les sale en la portada de la página de actualidad tecnológica de turno, en donde solo enfatizan los vídeos CGI más bonitos y en informar lo que se puede considerar más nuevo de la saga más famosa del país respectivo. El E3 para los demás es un proceso indiferente en muchos aspectos. Aun cuando casi todo el mundo juega videojuegos, la prensa normal y la televisión, sí, la que narra el conflicto en Siria, o algo así por el estilo, genera una mayor cobertura, por ejemplo al CES de Las Vegas, donde se ven televisores y celulares, los mismos de los últimos 5 años que saldrán en los próximos 3. Lo cierto a veces es que casi nunca envían a un joven corresponsal, y las ferias que más merecen atención son las que han sacado nuevas consolas, es decir, que se puede estar cubriendo cada 5 o 6 años.

No, el E3 es de los jugadores, el E3 es de los fanáticos que se quedan viendo una conferencia muy en la noche o madrugada, solo para ver vídeos de videojuegos. El E3 es de las páginas especializadas en videojuegos y de la prensa que tiene o no nostalgia cuando prende consola o ve al Mario. No le pertenece a nadie más, y no le debe interesar convencer a otros de su importancia. Es mi opinión personal considerar que no se necesita y que cada intento por abrir un mercado que se basa en tendencias tan específicas resulta siendo un fracaso. 

A nadie más le parece interesante o indispensable considerar una lucha de compañías que tienen que sacar beneficios económicos bajo toda razón, como lo son Sony, Microsoft y Nintendo, o las compañías de tarjetas gráficas. Aquí se decide quién es la mejor, como si fuéramos unos niños de escuela, peleando por cuál padre es el que tiene un mejor empleo, o a cuál niño le regalaban más juguetes. Porque de esa talla son nuestras discusiones grecorromanas en los foros de internet.

Pero es precisamente ese fanatismo y esa incontrolable sangre bombeada, irrigando nuestras cabezas de Marios, Zeldas, Faiths y Final Fantasies, lo que hace a nuestra industria como es. Una industria que le hace caso a lo que desea el cliente en las más absurdas nimiedades, o que apuesta por ideas casi religiosas de sus mercados o formas de tratar a sus juegos. Somos ansias, nostalgia, deseos infantiles rotos o cumplidos, infantilismo y fantasía. Una industria del videojuego que, si llega a enfurecer al fanático, el desarrollador hace lo que se le pide, pero que muchas veces más, se atasca en repetir una y otra vez las fórmulas que generan estado de comodidad para sus fanáticos y jugadores que se lanzan en millones a comprar lo mismo, con un número diferente. Eso somos, enamorados y enceguecidos incluso de este E3 2015, que acabó.

Este año la lista de ganadores se centra especialmente en el formidable ritmo de la conferencia de Bethesda y en lo llamativo a mi gusto, con la renovación en aspectos jugables y el diseño audiovisual para los tiempos que corren, del nuevo DOOM, al que le daría una oportunidad en un futuro. 

Como esto va de juegos y de jugar cantidades infrahumanas de horas, más el añadido de la nostalgia, la retrocompatibilidad limitada de Xbox One puede hacer brillar juegos que estuvieron en áreas oscuras cuando merecían una luz iluminadora. Preocupante la forma de presentar un frígido nuevo Gears of War y un completo deseo de matar a Lara Croft. De todas formas, hay muchas ganas de jugarlo. Por otro lado, me parece desconcertante la tónica de publicidad con el nuevo Halo, del que no logro entender absolutamente nada. Mejor no hablemos de Pelé o de la gran cantidad de mentiras que botó Ubisoft en su conferencia, en la que muchos ya lograron decir que The Division tiene downgrade inclusive en lo jugable y Ghost Recon Wildlands no luce nada, pero nada igual a lo mostrado en el video CGI de este mismo E3.



Volvamos a lo rescatable: mientras que el jugador promedio se desvivía por el contenido deportivo de EA, UNRAVEL salió de la nada con su nervioso presentador para hacer recordar que es lo nuevo, lo fresco y lo creativo lo que hace impulsar a esta industria y girar los engranajes de la imaginación, que hace creer que los videojuegos son un medio artístico muy significativo. Brillante el diseño y la puesta en marcha de los aspectos jugables de Star Wars Battlefront, que huele a algo nunca visto pese a su color Battlefield.

Con la conferencia de Sony puedo explicar más fácilmente qué es esta feria para nosotros. Un día especialmente condensado de información de juegos que sí salen; lo harán en los próximos dos años. Un evento con la pasión de la Copa Mundial y con un área parecida a lo de los Óscar, que no tiene parangón y que genera ganadores por goleadas. Ganadores que suben al estrado a mostrarse la polla y decir quién la tiene más grande. Vítores, glorias, lágrimas y aleluyas. Un evento que solo ocurre una vez al año y que aún sigue intacto, bueno en ciertos aspectos, de la nauseabunda necesidad de llamar más gente, de llamar a Spike TV o de dejarle toda la presentación al señor Doritos. 

No, en realidad esto va de encorbatados que comen por los videojuegos y de gente en tenis Converse que también come de videojuegos, y por eso son algo sagrados para estos. Es una industria que está liderada por gente que deja correr ríos de especulación y fanatismo para mejorar las ventas multimillonarias de sus juegos y los gritos cuando hay una presentación. Lo sabemos, nos gusta y lo seguiremos haciendo porque al fin y al cabo esto va de buen rollo. De juegos que nos han hecho sentir emociones, diversión, pasión y esos gritos. De juegos que se han metido muy dentro, con algo de mística y amor sentimental, y los cuales seguiremos apoyando, para que hasta en el 2032 tengamos esas mismas ganas. Es que inclusive la gente se pone camisetas alusivas como si estuviéramos hablando de un equipo de fútbol o béisbol.



Una pasión desmedida como la que me despierta The Last Guardian, al cual un hombre de 25 años a las 8 de la noche le lloraba unas cuantas lágrimas exaltadas de la emoción; sí, llorando y gritando por ver unos cuantos polígonos en pantalla. Sin duda, uno de los momentos más memorables de nuestra industria y un silencio casi espacial, mientras medio mundo observaba el juego. Hoy más que nunca comprendo las razones de su retraso, entendiendo que los desarrolladores se toparon con el hecho de que la PlayStation 3 no podía correr un proyecto de estas dimensiones, con una inteligencia artificial animal tan compleja, con ese nivel de interacciones y reacciones, y de creatividad viva. Aún hoy en día, y pasando más de 7 años, Fumito Ueda y su equipo han innovado más en mecánicas y animaciones que los títulos actuales. La banda sonora, la ausencia de indicadores en pantalla, la inmersión en el mundo. Un gran aplauso a Yoshida por darle reconocimiento a un artista que se lo merece, esperando todos nosotros que ese sueño por buscar una historia original y rica, como las que sabe hacer, la podamos encontrar el próximo año.



Es precisamente la razón por la que Sony sale con los brazos arriba. No porque cumpla la promesa hecha en el aire de hacer los juegos que llevamos 10 años pidiendo, sino porque, por ejemplo, pese a que The Last Guardian lleva años enseñándose, es en definitiva un juego de una franquicia nueva, con mecánicas nuevas, con ideas frescas, que parte casi desde cero. Más allá de un ansiado remake de Final Fantasy 7, o de la continuación muy lejana de Shenmue 3, Sony salió adelante con el apoyo a Media Molecule y su proyecto Dreams, o el apoyo directo a Guerrilla con el nuevo Horizon, o el apoyo con plata que le tiene a los desarrolladores indie. Es valioso el deseo y las ganas por invertir dinero y personal para todos estos nuevos proyectos, que siento, dan un paso hacia adelante en innovación y creatividad. O, por ejemplo, que decida financiar un proyecto tan ambicioso y complejo como lo es Uncharted 4, el ganador rotundo de esta feria.



Las consolas y el PC son unas máquinas de ilusiones y fantasía de las cuales sus creadores y consumidores jamás deben sentir pena en demostrar sus apasionados gustos; no veo de malo en ilusionarse, de hacer derroche de ilusiones y fantasías con juguetes nuevos como lo son esta clase de anuncios. Ni de gritar, ni de llorar, ni de abuchear cuando se anuncian remakes innecesarios. Es que la industria nos lo ha permitido. Somos un público caliente, de una manera muy única, que una gran mayoría de las veces no está contenta con nada y que se expresa a veces en mal sentido, otras en el bueno, en lo que le gusta y lo que no, y que se hace sentir con fuerza, con reclamo y con alevosía. Eso no ocurre en otros medios.



El E3 de los 40 minutos de gameplay de Metal Gear Solid V, en donde Kojima demuestra su enorme creatividad y talento con mecánicas de juego, es un buen E3, o también es una excelente feria, donde Naughty Dog demuestra, como siempre, quién es el mayor talento creativo de la industria con una demostración de juego apabullante en aspectos técnicos, con un escenario tan abierto lleno de acontecimientos programados o scriptados y que resultan tan bien diseñados que superan con creces todas las pretensiones de las demás compañías al intentar presentar un CGI imposible de alcanzar en el resultado final del juego. 

Esa es otra. Comentaba por Twitter que estoy hasta los huevos, si me permiten la vulgaridad, y de nuevo los apasionamientos que les explicaba, de que, teniendo la potencia gráfica de The Order, nos sigan metiendo los dedos en la boca con cinemáticas llenas de mentiras y efectos de partículas, texturas y animaciones que ni en esta generación podremos ver. Se ha comprobado, como lo hizo de nuevo Naughty Dog al fallar en su conexión con el juego (creo que Bruce Straley, que es un tipazo, lo hace a propósito), que todos queremos ver gameplay, y que queremos ver resultados parecidos a los que tanto nos han mencionado; queremos ver jugabilidad, que es lo que importa, queremos ver lo que tendremos dentro de nuestras consolas.



Muchos también han comentado que los juegos que ha mostrado Sony son reflejo de unos proyectos que están alejados en el tiempo, pero que reflejan, en mi opinión, lo que todos tenemos guardado para cualquier sueño y que reitero: las ganas de poder realizarlo. No importa cuánto se demore, no importa que no juguemos de por medio; todo lo que se ha mostrado alimenta las ansias y las vibras de una comunidad gamer que lee, se informa, dibuja, se disfraza, se interesa, se apasiona y grita por un medio que tiene esos juegos que brindan esperanza en el futuro, que dan fantasía e ilusión y que evocan los sueños que muchos han cumplido. 

En definitiva, el E3 de The Last Guardian significa un E3 de la esperanza por un mejor medio. Gracias a los canales de YouTube subidos y los creadores de imágenes aquí reseñadas, pero sobre todo a ustedes por leer.

1 comentario:

Ardabor dijo...

Este fue mi primer E3 en vivo, estuve emocionado todos los días, lamentablemente algunas conferencias y demostraciones me las perdí por los horarios en mí país, pero no puedo expresar la emoción que sentí de ser parte de esta comunidad gamer. Durante toda mi vida me sentí desplazado del fanatismo en general de las tradiciones en mi país, el mejor ejemplo es el fútbol. La Copa Mundial o la Copa América son dos sensaciones que cubren al país, intenté formar parte de ella a pesar de que el fútbol me importa menos que los zapatos que uso, pero si bien grite los goles y demás, en verdad era falsedad todo lo que hacía ya que nunca sentí nada. Finalmente con el E3 pude sentir eso, ese fanatismo, esa sensación burbujeante de ver a todos aquellos que estaban tan fascinados como yo, tan emocionados, ver que era parte de lo mismo, que formaba parte de algo grande, muy grande, fue sensacional. Es una lastima que no pudiera juntarme aunque sea una vez con mis amigos al verlo en directo y hablar de las presentaciones, espero que el año que viene pueda hacer algo así, ya que al menos pudimos hablarnos a través de facebook y steam cuando cada uno veía lo suyo en casa y con eso fue suficiente para emocionarme aún más. El E3 es algo que he querido ver desde que era niño, o mejor dicho, era algo que quería que existiera. Viendo a mis padres y a los adultos mirando los informativos por televisión, siempre hablando de cosas importantes como política, deportes y demás, pero no importantes para mí, quería ver un programa dedicado solo a esto y ahora puedo ver, no un programa, sino básicamente un día festivo en el cual puedo emocionarme y gritar al ver los nuevos títulos y consolas.
Soy gran fan de Final Fantasy, si bien el VII no es mi preferido creo que podrás imaginarte la emoción que me vino al ver el esperado remake lanzado en pantalla, o bien quedarme boquiabierto con la presentación de Minecraft con su tecnología holográfica o reírme con las siempre divertidas presentaciones de Nintendo. Me gustó todo lo que vi, no tengo ninguna queja o critica de nada, solo espero poder seguir siendo parte de esto en el futuro.