Durante estos últimos años se me ha hecho imposible
explicar con palabras que no resulten algo vagas mis
pensamientos, espirituales y religiosos. Si, con la densidad del tema en
algunos puntos las conversaciones con alguien que siempre te lo ha preguntado
se vuelven algo extrañas y el tema siempre resulta alcanzando tonos bastante oscuros,
aburridos y hasta en algunos momentos sensibles. Sin tener alguna intención,
puedo llegar a ser cruel, tosco y bastante racional, en mis planteamientos del
tema.
Qué sí creo en Dios; ¿pero qué
rituales hago?; que si tengo Fe ¿en que
la sostengo?, que si puedo negar existencias con certeza o mantener la verdad
de los demás.
En ningún momento trato de
comprobar o ratificar mis ideales religiosos o espirituales ante otro persona,
o convencer de algo a cualquier individuo que lea mis palabras o escuche mis
conversaciones. Primero porque no tendría la autoridad para hacerlo y segundo porque
es un acción llena de orgullo, vanidad y
complejo de superioridad. Jamás daría un concejo si no ha sido pedido, jamás
dictaría cátedra de un tema en el que
tengo dudas, en esto, cada palabra que expreso es una opinión expulsada por la
fuerte necesidad.
Ciertamente es muy fácil
encasillar a un individuo en un grupo, y más por sus convicciones religiosas.Parece que nadie sobre la faz de la tierra puede quedarse expectante ante sus dudas religiosas, todos debemos estar metidos
en cajones con rótulos específicos. Claro
existen infinitas religiones y corrientes espirituales, pero una que caiga
sobre mi cabeza me produce aún más dudas.
La filosofía ha sido parte e mi vida cuando mi afición por la
lectura crítica me rellenaba la cabeza y me fijaba los pies en la
tierra, en este duro concreto. Pues bien, no soy religioso, no sigo ningún culto,
ni ideología especifica. Y por otro lado no soy una persona que se considere
ateo. La existencia de una entidad
superior, sin forma o anatomía humana, es una hecho para mi fundamental, que
durante años me hizo cuestionar todo el
universo que me rodea, el que veo en el cielo nocturno y el que se representa
por imágenes de pulsares, constelaciones y enanas blancas tan alejadas de nosotros que
conviven en un tiempo diferente . ¿Entonces de donde provienen las palabras
reconfortantes de mis dudas?
Lawrence Kasdan, escribía con una
facilidad pasmosa, las palabras de una marioneta cuya forma de pensar alimenta
el espíritu y convierte el alma en nobleza. Un ficcional anciano de 865 años
enseña en una escena de 5 minutos las
únicas frases que aligeran la carga de las dudas.
Aunque suene místico, la entidad
de la fuerza como es representada en la película es un comodín para expresar certezas.
Efectivamente, creo en la fuerza. Reconociendo que su historia es forjada en la
ficción, ha plasmado una entidad que puede ser entendida, sentida y comprendida
en los más ínfimos pero satisfactorios niveles. Así de importante es Star Wars
para algunos, así es por lo menos en mi caso. Refleja en paneos de cámara un
sentir universal, una aventura fantástica, una invitación al mundo que nos
rodea, una emoción por lo ético, por lo místico, la ilusión, los sentimientos y las aspiraciones, por la magia que puede romper este mundo de concreto, esta cruel masa, así siempre será de
importante Star Wars.
Feliz día de StarWars, 4 de Mayo.
Feliz día de StarWars, 4 de Mayo.
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